Fontefrida, fontefrida,
Fontefrida y con amor,
do todas las avecicas
van tomar consolación,
sino es la tórtolica
que está viuda y con dolor.
Por allí fuera a pasar
el traidor del ruiseñor,
las palabras que le dice
llenas son de traición:
"Si tú quisieses, señora,
yo sería tu servidor".
"¡Vete de ahí enemigo,
malo, falso, engañador!
Que ni poso en ramo verde,
ni en prado que tenga flor,
que si el agua hallo clara,
turbia la bebía yo;
que no quiero haber marido
porque hijos no haya, no;
no quiero placeres con ellos,
ni menos consolación.
¡Déjame, triste enemigo,
malo, falso, mal traidor,
que no quiero ser tu amiga
ni casar contigo, no!"
ANÓNIMO
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